La Feria de Valdefuentes en Montehermoso: Una Historia Viva

La Feria de Valdefuentes en Montehermoso: Una Historia Viva

Fotografía realizada el 6 de septiembre de 1927 en la ermita de Valdefuentes con motivo de la feria que antiguamente allí se organizaba. Abajo a la izquierda sentado en segundo lugar están don Ceferino Hermoso, natural de Montehermoso ecónomo de La Fragosa en Las Hurdes y predicador de las fiestas ese año. A su izquierda y con bonete se encuentra don Sergio Holgado, sacerdote por aquel entonces de Montehermoso. También a la izquierda de don Sergio está Feliciano “Pollo” y a su lado Julián Garrido, secretario del ayuntamiento en esa época. Andrés “Pollo” está en la segunda fila el primero por la derecha, por debajo de los guardas. Al otro lado a la izquierda con la mano en la cadera se encuentra Isaac “Mahillo” y por encima de él, Ramón “Pitique” de la familia de los campanilleros.

La Feria de Valdefuentes en Montehermoso, que tuvo lugar el 6 de septiembre de 1927, se erige como un evento histórico de gran relevancia en la región. Este acontecimiento, que congregó a multitudes ávidas de comercio de ganado, artesanía y productos diversos, ha dejado una huella indeleble en la memoria colectiva. En este artículo, exploraremos en profundidad la riqueza de esta feria, destacando sus elementos más icónicos y las transformaciones que ha experimentado a lo largo del tiempo.

Un Escenario de Destreza Artesanal

La Feria de Valdefuentes en Montehermoso fue, desde sus primeras ediciones, un escaparate para hábiles artesanos que presentaban sus creaciones con orgullo. Entre los objetos más destacados se encontraban las herramientas de ganadería, utensilios de cocina y los sellos de madera para pan. Estos artesanos no solo exhibían su destreza, sino que también contribuían al desarrollo económico de la zona al facilitar la adquisición de herramientas esenciales para la vida rural.

El Comercio de la Tierra: Productos y Delicias

Los agricultores locales desempeñaron un papel fundamental en la feria, ofreciendo una amplia gama de productos frescos que reflejaban la riqueza agrícola de la región. Desde frutas y verduras hasta dulces tradicionales y vinos artesanales, la Feria de Valdefuentes era un verdadero festín para los sentidos. Los amantes del buen vino y los licores también encontraban su lugar en esta feria, ya que el comercio de estas bebidas era una tradición arraigada.

Comercio Ganadero: La Esencia de la Feria

Uno de los aspectos más emblemáticos de la Feria de Valdefuentes era el comercio ganadero. Los comerciantes gallegos, conocidos por sus robustas mulas, y los zamoranos, famosos por sus excelentes burros, se congregaban en la feria para comprar y vender ganado. Este intercambio no solo tenía un valor económico significativo, sino que también contribuía a mantener viva la tradición ganadera de la región. Las habilidades de negociación eran una parte esencial de esta transacción, y los acuerdos se sellaban con un apretón de manos que simbolizaba la honestidad y la palabra dada.

Artimañas y Engaños: Los Charlatanes de la Feria

A pesar de la seriedad de muchos comerciantes, la Feria de Valdefuentes también era escenario de artimañas y engaños por parte de charlatanes y estafadores que buscaban aprovecharse de la ingenuidad de los compradores. Sus habilidades persuasivas a menudo resultaban en compras impulsivas e insatisfactorias, lo que dejaba a los compradores con una lección aprendida y una anécdota que contar.

El Componente Religioso: De la Ermita al Pueblo

La dimensión religiosa de la feria también desempeñó un papel esencial. A lo largo de los años, las festividades religiosas se trasladaron de la ermita al centro del pueblo. El momento más esperado era la llegada de la Virgen, una tradición profundamente arraigada que se celebraba con procesiones solemnes y oraciones organizadas por grupos vecinales. Sin embargo, con el paso del tiempo, las ofrendas para la Virgen fueron menguando, marcando un cambio en las prioridades de la comunidad.

Contribuciones de la Asociación de Amas de Casa

El 7 de septiembre cobraba un carácter especial gracias a la contribución de la Asociación de Amas de Casa. Este grupo desempeñaba un papel vital en la celebración de la feria, añadiendo un toque de alegría y entretenimiento con música y danza. Sus actividades enriquecían la experiencia de la feria y fortalecían los lazos comunitarios.

Anécdotas Inolvidables

A lo largo de los años, la Feria de Valdefuentes en Montehermoso ha sido testigo de numerosas anécdotas que han quedado grabadas en la memoria de los habitantes locales. Desde los divertidos episodios de hombres ebrios cayendo de mulas hasta la sorpresa de un amigo al visitar el mercado ganadero en 1989, estas historias humanas añaden un toque de autenticidad y humor a la historia de la feria.

En conclusión, la Feria de Valdefuentes en Montehermoso es mucho más que un evento anual; es un testigo vivo de la historia y la cultura de la región. A través de los años, ha evolucionado y adaptado su enfoque, pero su importancia como punto de encuentro, comercio y celebración sigue siendo innegable. La feria, con su mezcla única de artesanía, comercio ganadero y tradiciones religiosas, continúa siendo un evento que perdura en la memoria de quienes la han experimentado y que merece un lugar destacado en la historia de Montehermoso.